A menudo cuando vemos una agrupación de gaviotas en algún punto del litoral, no le solemos prestar mucha atención. Lo lógico es pensar que son de especies comunes, sobre todo de las 4 que acaparan la inmensa mayoría de los ejemplares en invernada. Pero a veces suena la flauta.
Es lo que me pasó hoy. Entre un nutrido grupo de gaviotas cabecinegras y reidoras me llamó la atención un ejemplar, algo mayor de tamaño, entre ellas. Y resultó ser un primer invierno de gaviota cana Larus canus, una especie poco frecuente en el Mediterráneo, aunque no excepcional.
De hecho, desde hace unos cuantos años detecto alguna todos los años y casi en el mismo lugar: una desembocadura en San Pedro.
Aún así no deja de ser una cita interesante, pues esta gaviota, que cría en latitudes más norteñas (no lo hace en España), nunca es común y menos en nuestra zona. Asi que casi para terminar el año no está nada mal.
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