No es estrictamente un ave urbana -ni mucho menos-, pero aparece a menudo en edificios situados generalmente en zonas residenciales, no propiamente en plena urbe.
El roquero solitario Monticola solitarius es un pájaro singular, en varios aspectos. Como su apelativo indica, no es un ave gregaria, al contrario suele ser un ave solitaria, excepto en época reproductora evidentemente, pero por lo general siempre suele verse un individuo. Y claro, al llamarse “roquero” quedan claras sus preferencias de hábitat: las zonas rocosas. De ahí que pueda ocupar edificaciones; las aves las consideran “rocas”, con formas un tanto especiales, pero rocas al fin y al cabo.
Macho |
En Marbella es un reproductor habitual, si bien no en gran número y de forma localizada, pero puede decirse que es habitual, teniendo en cuenta que es un ave no muy numerosa de por sí. En invierno es posible que se reciban ejemplares más norteños, pero tampoco en gran número, si bien si que se detecta un aumento de efectivos, y entonces es cuando llegan a ocupar las zonas periurbanas.
Hembra |
Su alimentación es básicamente insectívora, pero no le hacen ascos a algún pequeño reptil -sobre todo lagartijas-, y algún fruto carnoso en invierno.
El macho resulta espectacular, sobre todo en época reproductora, con un llamativo color azulado, que ciertamente lo hace un ave de gran belleza.