Suelo a menudo hacer entradas sobre los vencejos, pues son aves urbanas, fáciles de detectar y con un comportamiento realmente sorprendente. Pero en la mayoría de las entradas el protagonista es el vencejo pálido Apus pallidus. Esto tiene una explicación: es el que tengo más cercano. El que se mueve por mi barrio de Marbella, e incluso el que tengo anidando en mi persiana.
Sin embargo el vencejo común Apus apus es el protagonista de hoy. Ya le tocaba.
Este magnifico volador, es el vencejo europeo que más sube en latitud, y ocupa casi toda Europa. Inverna en África meridional y suele llegar a finales de marzo a Europa. En el Libro Rojo de las Aves de España se le considera como “vulnerable” pues según los datos obtenidos en los programas de seguimiento, la disminución de su población está cercana al 40% en dos décadas. Figura en el Listado de Especies Silvestres en Regimen de Protección Especial. Por lo tanto es un ave estrictamente protegida.
Las causas posibles de su declive son variadas. Desde la destrucción de sus lugares de cría, normalmente edificios en plena ciudad, por obras de rehabilitación u otras causas, hasta el uso masivo de pesticidas en el medio agrario sobre todo, que incide directamente sobre sus presas.
No son fáciles de distinguir nuestros dos vencejos urbanos. Existen pequeñas diferencias entre ellos, como la mancha gular, más pequeña en el común, la coloración más oscura e incluso en el reclamo que emiten, pero resulta difícil en ocasiones distinguirlos si la observación no es muy cercana o se les escucha nítidamente. Además en ocasiones suelen criar en colonias mixtas con sus parientes los pálidos, y entonces la confusión es más probable.
En Marbella, aunque mucho menos numeroso que hace unas décadas es un típico habitante del medio urbano. Siendo más frecuente en el casco histórico según mis observaciones, pero igualmente también se puede encontrar en los barrios.
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