Avanza el mes de mayo y se da en estas fechas una mezcla de aves migrantes, residentes ya incluso con jóvenes volantones, e incluso algún invernante rezagado.
En esta semana a punto de concluir he sido testigo de este hecho en varios puntos del municipio.
Entre los que siguen inmersos en pleno paso, cabe destacar a los papamoscas cerrojillos Ficedula hypoleuca, que en esta migración prenupcial camino a sus zonas de cría norteña, presentan en los machos un precioso traje nupcial, donde el blanco y el negro se combinan armoniosamente.
Otro que todavía también anda en peno viaje migratorio es el mosquitero papialbo Phylloscopus bonelli, un pequeño insectívoro que hace paradas para alimentarse en nuestras zonas arboladas estos días.
Y por supuesto todavía nos queda el grueso del paso del abejero europeo Pernis apivorus, el cual ya nos ha deparado algún que otro día de buen paso, eso si, dependiendo del viento reinante.
Las aves residentes en su mayoría llevan ya muy avanzada la cría. Mirlos, gorriones comunes, jilgueros y un largo etcétera de pequeños paseriformes campan estos días por nuestro medio natural alimentando a su prole profusamente, para posiblemente iniciar una segunda puesta.
Además todavía se deja ver algún cormorán grande Phalacrocorax carbo en nuestros humedales. Hasta la presente es un ave invernante, pero puede que su presencia en estas fechas este marcando un cambio de tendencia, y algunos de ellos, sobre todos las aves inmaduras no reproductoras, se dediquen a vagar por la zona sin llegar a marcharse a sus zonas de cría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario