Ya desde hace unos días se está notando la llegada a Marbella de algunos invernantes. Y ayer ya comenzaron a llegar algunos pájaros que lo son estrictamente.
En el caso del petirrojo europeo Erithacus rubecula, puede resultar un tanto más complejo determinar si se trata de invernantes o no, ya que existe una población local, no muy numerosa que cría en ambientes muy frescos. Sin embargo desde hace unos días, ya notaba como donde antes había 1 o 2 a lo sumo, ya se podían contar más de una decena de individuos. Además con lo territoriales que son, incluso en sus zonas de invernada, los “choques” con los vecinos eran constantes, lo que indica que son recién llegados que se están estableciendo en una zona, y que llevan a cabo estas disputas para delimitar su territorio.
Otra especie que ya está entrando en buen número para invernar es la curruca capirotada Sylvia atricapilla, un pájaro mucho más discreto y menos “peleón” que el petirrojo, del cual también tenemos una población residente. Pero ya el número de ellas es mucho más alto, y empiezan a ocupar zonas donde hace unas semanas no estaban.
Otro recién llegado es el colirrojo tizón Phoenicurus ochuros, un pequeño túrdido, que aunque cría en serranías cercanas, no se deja ver durante la época reproductora por nuestra localidad. Ayer ya vi algunos -todavía pocos-, pero en unos días serán aves muy comunes, incluso en plena ciudad.
Y el que ya si que nos indica claramente el cambio de ciclo es el zorzal común Turdus philomelos, un túrdido de buen tamaño, que es estrictamente un invernante en el sur ibérico. Ayer domingo, ya pude detectar varios de ellos.
Llega a ser bastante común en nuestro medio natural, porque la población del centro y norte de Europa es bastante considerable, y la zona mediterránea es la preferida por estos discretos pájaros para pasar estos meses que se avecinan.
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