A finales de octubre ya es notoria la invernada de aves. todavía no estamos en número máximos de invernantes, pues aún siguen llegando, e incluso algunos continúan su viaje hacia el W ,y algunas incluso cruzaran al norte de África.
El colirrojo tizón Phoenicurus ochuros es uno de los más conspiscuos de estos invernantes. Ocupan en estas fechas una gran variedad de hábitats, incluso el propio casco urbano, y al ser un pájaro que no suele medrar en el interior de arboledas o matorrales, resultan relativamente fáciles de detectar.
Sin embargo el mosquitero común Philloscopus collybita, mucho más discreto en coloración y de hábitos más forestales, es más difícil de observar. No obstante como llegan a ser bastante comunes en estos meses, y también ocupan arboledas urbanas, acaban siendo detectados también sin demasiada dificultad.
Otra invernante común en el bisbita pratense Anthus pratensis, un pájaro muy frecuente en el centro y norte de Europa y ligado a zonas de herbazales y cercanías de masas de agua. Ya se detectan, pero todavía deben venir en mayor número, y una fracción importante se encuentra en estos momentos en migración hacia el estrecho, para saltar el vecino continente.
Y otro que también está llegando, pero al mismo tiempo está en plena migración, es el zorzal común Turdus philomelos. Un túrdido que llega a ser relativamente común sobre todo en ámbitos forestales y matorrales.
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