Estos primeros compases
del año 2019 están resultando de los más interesante en cuanto a
observaciones de aves que normalmente no se dejan ver por aquí. A
los ya reseñados en anteriores entradas de este blog, hay que añadir
ahora a un ave realmente rara en el mediterráneo y que ayer mismo
pude observar desde una playa de nuestra localidad.
Se trata de un ejemplar
de Colimbo grande Gavia immer, un ave de hábitos marinos que
se reproduce en los bosques boreales y las tundras de Europa, Asia y
Norteámerica y que como invernante solo es regular -y en números no
muy elevados- en las costas cantábricas. De hecho se estima que solo
alrededor de unos 300 ejemplares invernan en nuestras costas. En
mayor medida lo hacen en zonas de Francia, Islas británicas y otros
enclaves del occidente europeo.
Se alimenta básicamente
de peces, aunque también puede consumir crustáceos y otros pequeños
animalillos. Aunque durante la invernada es un ave costera, durante
la época reproductora se asienta en lagos sobre todo. Puede llegar
también durante la invernada a verse en algún humedal interior,
pero este hecho resulta raro.
Durante el rato que lo
estuve observando estuvo buscando alimento y por lo que pude intuir,
no le fue mal. Es posible que los fuertes temporales que días atrás
azotaron las costas del cantábrico, nos haya traído a este singular
ave a nuestro mar para alimentarse y pasar un tiempo al abrigo de tan
generosa despensa.
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