
Sólo vive en el suroeste
ibérico y países del norte de África (Marruecos, Argelía y
Túnez).
Es una lagartija de zonas
rocosas, aunque a menudo se instala en plena ciudad aprovechando
oquedades en construcciones. Se alimenta de pequeños insectos y
gusta de solearse sobre una piedra, por lo que no resulta difícil de
ver, aunque cuando detecta la presencia humana suele refugiarse con
rapidez en alguna grieta u oquedad.
La UICN la considera como
una especie amenazada, por su reducida área de distribución, y
aunque figura como “preocupación menor”, lo cierto es que
esta´incluida en la lista roja.
Aunque suele pasar
desapercibida a menudo, debemos ser conscientes de que esta pequeña
lagartija es otra de nuestras joyas faunísticas.