jueves, 24 de agosto de 2017

Bastardo.

Este pajarillo de discreta coloración y asociado a matorrales ribereños o en todo caso frescos, es el Cetia ruiseñor Cettia cetti, hasta hace poco conocido como Ruiseñor bastardo. Resulta complicado de observar ya que suele moverse entre densos matorrales y además es bastante inquieto, sin embargo su característico canto delata su presencia con facilidad. Es un pájaro muy territorial, que suele vivir todo o gran parte del año en el mismo territorio. Solo las aves que ocupan las zonas más frías, se desplazan en otoño a lugares más atemperados, pero no suelen realizar movimientos migratorios de relevancia. Pueden considerarse por lo tanto como sedentarios.
Habita en toda la cuenca mediterráena, llegando por el este hasta Afghanistan, pero siempre en zonas de clima templado y con buena cobertura de matorrales asociados a riberas fluviales. En Marbella es bastante común, no faltando incluso de zonas ajardinadas.
Se le puede incluir en el grupo de los “pajaros marrones”, una denominación que los amantes de la ornitología han acuñado para designar a un grupo de aves, por lo general de coloración marrón y bastante parecido entre si, que resultan dificiles de catalogar a simple vista.

Aunque no son dados a dejarse ver fácilmente su canto y algunos caracteres, como la cola que suele llevar medio levantada y la conspicua ceja blanca, lo distinguen de otros componentes de este “grupo” como carriceros y zarceros.

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