Halcón peregrino |
En muchas de las entradas
de este humilde blog, hago alusión a especies en “declive”. Por
lo general suelen ser especies que siempre han sido frecuentes en
nuestros campos y que en los últimos tiempos, probablemente debido a
acciones humanas, resultan cada vez más escasas.
En otras ocasiones
introduzco el término “auge”, casi siempre refiriéndome a
especies exóticas, o a otras que sin serlo, han sabido aprovechar
muy bien las actividades humanas para prosperar, en algunos casos de
forma muy notoria hasta llegar a crear algunas “molestias” a los
habitantes humanos.
Entre las primeras cité
hace poco al Abejaruco europeo o al voraz Alcaudón común, ambas muy
frecuentes en Marbella hace unos años y que sin saber muy bien el
porqué han disminuido tanto, que aunque no se puede decir que han
desaparecido totalmente del término, si que han sufrido una
regresión brutal, que hace muy difícil observar alguno criando en
los últimos años.
Entre las que aumentan
también cite en entradas recientes algunas exóticas, comos las
omnipresentes Cotorras, tanto la argentina como la de Kramer, o a la
Gaviota patiamarilla, tan común como reproductora en nuestro núcleo
urbano en tiempos recientes.
Sin embargo también hay
alguna que otra especie autóctona, y no ligada a medios urbanos que
parece que últimamente ha crecido poblacionalmente de forma
destacada. Me refiero por ejemplo al bello Halcón peregrino Falco
peregrinus, un veloz matador que hace unas décadas sólo era posible
observar –y no sin dificultad-, en alguno de los más inaccesibles
cortados de nuestras sierras y que de un tiempo a esta parte se
observa con cierta facilidad en muchos puntos del municipio. Incluso
alguno se adentra en el casco urbano en contadas ocasiones en busca
de presas como Palomas y Tórtolas turcas. ¿A que puede ser debido
este aumento?. Difícil de responder, al menos para mí, pero como
suele suceder en estos casos suele ser la conjunción de varios
factores lo que hace que una determinada especie entre en “·declive”
o en “auge”. El aumento de especies presas (palomas, tortolas,
etc), la posibilidad de que los lugares donde ubican sus nidos no
sean objeto de molestias y puede que incluso, la escasa presencia de
competidores y/o depredadores, hayan hecho que esta bonita ave rapaz
se haya convertido en frecuente en nuestros campos.
Y no es la única que
parece en expansión durante los últimos años, pero eso lo
dejaremos para otra entrada.
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