lunes, 19 de enero de 2015

Halcón peregrino en Marbella.

Esta mañana fría de enero, en un breve paseo por la zona de Nagüeles, pude observar como una rapaz se posaba en una torreta eléctrica portando una presa. Inmediatamente la enfoque con mi telescopio y me lleve la sorpresa de comprobar que era un Halcón peregrino Falco peregrinus, que había cazado un ave -que no puede identificar-, y que rápidamente se dedicó a despedazarla y engullirla.
Esta magnifica cazadora, utilizada desde tiempos remotos como ave de cetrería, posee unas características físicas, que la hacen ser la que ostenta el récord de velocidad en el mundo animal. Pueden llegar a superar los 300 Km/h en sus picados de caza y para ello disponen de una configuración anatómica única entre las aves. De cuerpo robusto y musculado, su cola corta y sus alas puntiagudas la dotan de un aerodinamismo que no tiene parangón entre las aves de presa. En los peregrinos toda su anatomía está al servicio de la velocidad, a la que fían su éxito depredador.
Vive en todos los continentes, salvo en la Antártida, y captura presas de mediano tamaño, sobre todo aves, que suele “acuchillar” en pleno vuelo con sus poderosas garras, para una vez la presa cae al suelo, recogerla y consumirla.
En España mantiene una población que parece aumentar en las últimas décadas de forma moderada. Es un residente que ocupa un territorio durante todo el año, aunque nuestro país también acoge un contingente numerosos de aves invernantes procedentes del centro y norte de Europa.
En Marbella crían de manera habitual al menos 1-2 parejas, y seguramente el individuo detectado hoy pueda ser alguno de estos residentes. Pero también pudiera ser un peregrino llegado desde latitudes norteñas. Sea como sea la observación ha sido de los más interesante, porque después de consumir la presa, permaneció soleándose durante un buen rato dándome la oportunidad de conseguir algunas fotografías de esta excepcional ave, por lo general bastante esquiva.

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