viernes, 19 de septiembre de 2014

Discreto migrante.

Carricero tordal
De entre los pequeños pájaros que en estas fechas se encuentran en plena migración, el Carricero tordal Acrocephalus arundinaceus posiblemente sea uno de los más difíciles de detectar. A lo específico de su hábitat, la vegetación palustre de ríos y otros humedales, se une su costumbre de medrar siempre en lo más intrincado de ésta, ya de por sí bastante densa, por lo que resulta más fácil detectarlo por su reclamo carraspeante que por observación directa.
Este Sylvido, el mayor de los Carriceros ibéricos, es un migrante transahariano que llega a Europa desde finales de marzo y vuelve a sus zonas de invernada a partir de finales de agosto. Se distribuye por latitudes medias de Eurasia, llegando hasta China.
En Iberia es un reproductor con una población estimada entre 10000-20000 parejas distribuidas por las grandes cuencas fluviales y zonas del mediterráneo. En Málaga es un reproductor escaso, que no llega a criar en la costa occidental, ya que solo lo hace en el valle del Guadalhorce y zonas aledañas.
Lo llevo detectando en humedales de Marbella y Estepona desde finales de julio, alimentándose de pequeños insectos y arácnidos que encuentra en los eneales, carrizales, cañaverales, tarajes y otras plantas asociadas a cauces y riberas. Parece que llega a sedimentarse durante un tiempo en estos hábitats favorables donde encuentra el alimento que le proporcionará la grasa necesaria para el largo viaje hasta el África tropical.
Nuestros humedales acogen a este y a otros muchos pajarillos que procedentes en ocasiones de latitudes muy norteñas de Europa, encuentran en estos espacios un magnifico lugar para recuperar fuerzas y descansar durante sus migraciones.


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