Algunos años lo hemos detectado en algún embalse del término, pero esta mañana se encontraba en el mar, a escasos 20 m de la costa, alimentándose de pequeños invertebrados marinos e incluso de algun pequeño pez que pueda capturar. Para ello se zambulle y nada bajo las aguas durante cortos periodos, que a veces llegan hasta casi el minuto.
El plumaje que presenta este ejemplar es el de invierno, que poco tiene que ver con el nupcial radicalmente distinto; aún así los ojos de intenso color rojo son muy característicos de la especie y dotan a este buceador de un aspecto muy singular que le hace facilmente identificable.
Por su escasez podemos considerarlo como uno de los invernantes más significativos de nuestro término.
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