Otro migrante a sumar a la lista de aves observadas desde mi balcón. Y es que la migración tiene estas cosas, aves que se ven fuera de su lugar habitual al encontrarse de paso.
Ha sido el reclamo emitido por un ejemplar de mosquitero papialbo phylloscopus bonelli, el que me ha alertado de que la migración estaba en la puerta de casa.
Este pequeño mosquitero cría en los países del entorno del mediterráneo, tanto de Europa como de África e inverna en África tropical.
Es un pequeño pajarillo al que parece no irle mal y así lo avalan los datos del programa SACRE, que le otorga un incremento poblacional a comienzos del presente siglo.
Y en Marbella también parece ser así. En los últimos años lo detecto cada vez más en época estival, sin llegar a ser numeroso, cada vez se ve en más lugares. Prefiere zonas forestales más bien frescas, como alcornocales, que aunque cada vez más escasos en el término, aún resisten en algunos enclaves.
Estrictamente insectívoro, empieza ya a marcharse a finales de julio por lo que su estancia en nuestro término no es muy dilatada. El tiempo justo de llevar a cabo la reproducción, que no es descartable que conste de dos puestas anuales.
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