Este pequeño halcón era muy frecuente en España hasta los años sesenta del siglo pasado, cuando los cambios en la agricultura y en general en el modo de vida que experimentó nuestro país, diezmó de manera notable sus poblaciones. Este descenso fue muy acusado pasando de haber más de 100.000 parejas a poco más de 4000 a principio de la década de los noventa, lo que ha hecho que se la considere una especie amenazada. A nivel mundial las cosas no le han ido mucho mejor; la intensificación agricola, el uso de pesticidas y la pérdida de lugares de cría la hacen ser considerada como "amenazada globalmente".
Vive en terrenos abiertos, sobre todo en zonas cerealistas o semiesteparias, donde caza insectos, pajarillos y algunos micromamíferos.
Muy parecido a su pariente el Cernicalo vulgar, habitante habitual de nuestras ciudades, el Primilla puede considerarse mucho más rural ya que sus exigencias de hábitat son mucho mayores, no tolerando las zonas con matorral o arbolado. Otra diferencia notable con su cercano pariente es su bilogia migratoria, ya que los Primillas abandonan sus zonas de cría para invernar al sur del Sáhara, aunque algunos ejemplares se quedan el el sur ibérico a pasar el invierno.
Seguramente en Marbella existian antaño, pero la pérdida de hábitat derivada de los cambios en los usos del suelo, debio llevar a su desaparición a nivel local, siendo las colonias de Manilva y otra existente en Casares las más cercanas hoy en dia.
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