Primeros del mes de Mayo.
Tras las fuertes lluvias de Abril la vegetación se muestra en todo su esplendor. Entre tanta exuberancia vegetal miriadas de pequeños insectos se afanan en completar su ciclo biológico.
Este estado de máxima producción de biomasa es aprovechado por multitud de especies de aves para criar a su prole.
Prácticamente todas las especies estivales se encuentran ya instaladas en sus territorios de cría y se encargan de proclamarlo a los cuatro vientos.
Es el caso del Ruiseñor común Luscinia megarynchos; un ave de discreto colorido pero de un canto inconfundible por su armoniosidad y fuerza. Posiblemente sea el ave canora más conocida por sus cualidades de auténtico tenor, aunque no es muy propenso a dejarse ver con facilidad.
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