domingo, 28 de agosto de 2016

Garcilla cangrejera en paso.

En el dia de hoy he podido observar en Estepona un ejemplar de Garcilla cangrejera Ardeola ralloides, posiblemente la más escasa y amenazada de nuestras garzas. De hecho está considerada como “en peligro de extinción” a nivel nacional y sus poblaciones son siempre escasas y muy dispersas en la península; siendo las marismas del Guadalquivir, la albufera de Valencia y el Delta del Ebro, sus principales zonas de cría en Iberia.
Es una migradora transahariana, con poblaciones reproductoras en la cuenca mediterránea, este de África y algunas zonas del Caucaso y mares interiores del Asia central. En todo caso la población española no parece superar el millar de parejas y la población europea, en el mejor de los casos, apenas llega a las 25000.

Consume pequeños seres vivos que caza recorriendo los márgenes de humedales con aguas someras, que son su hábitat preferido. Hoy tuve la suerte de ver a una de ellas, posiblemente desplazándose ya desde sus zonas de cría hacia el sur, en busca de dar el salto al vecino continente donde pasará gran parte del año.

viernes, 12 de agosto de 2016

Pato colorado.

Durante una breve visita que ayer hice a un humedal en el término de Estepona tuve varias observaciones interesantes, entre las que cabe destacar a una hembra de Pato colorado Netta ruffina, una de las anátidas más escasa de Iberia y podría decirse que incluso de Europa.
Este pato, a medio camino entre los de superficie y los buceadores, habita en buena parte de Eurasia, sin llegar a penetrar en latitudes septentrionales, y sufre desde hace unas décadas un declive generalizado. En España cría en algunos humedales del este, centro y sur, pero siempre en bajo número y con fluctuaciones bastante significativas entre años. Se alimenta básicamente de macrótifos sumergidos y algún pequeño invertebrado. Es bastante exigente en cuanto al hábitat, y necesita además de la presencia de macrófitos, la de una abundante vegetación palustre.
Hembra de pato colorado (dcha)

Aunque la población ibérica se considera sedentaria, si que se sabe que realiza movimientos después de la cría, en busca de zonas donde alimentarse. Además la península alberga a algunos miles de ejemplares procedentes de latitudes más norteñas durante el invierno, pero en todo caso esta invernada no llega apenas a los 6000 individuos. Y si hablamos de la población reproductora de España, aunque hay fluctuaciones interanuales, es raro que supere las 600 parejas, lo que da una idea de lo escaso de esta anátida. En nuestra provincia también llegan a criar en algunas lagunas del norte, pero en un número tan bajo, que apenas alcanza las dos cifras.
Es de suponer, por las fechas más que nada, que la hembra avistada pertenece a la población ibérica, pues los migrantes europeos suelen llegar a partir de mediados de septiembre.
Además de esta singular anseriforme, también como se puede apreciar en el video, había un ejemplar de Somormujo lavanco Podiceps cristatus y algunos Porrones europeos Aythya ferina, además de otras aves acuáticas más habituales.


domingo, 7 de agosto de 2016

Preparativos para el viaje.

Juvenil de Abejaruco
A comienzos de agosto ya hay especies de las que han criado por aquí, que muestran una cierta “inquietud” migratoria. Una vez que han terminado la reproducción, o en algún caso todavía están en sus últimas fases, comienzan a agruparse con los que serán sus compañeros de viaje.
Por citar algunas de estas especie migradoras que ya están en fase pre-migratoria se pueden citar a los hirundínidos (golondrinas y aviones) y a los multicolores Abejarucos; estas últimas forman bandos a veces bastante numerosos y suelen volar emitiendo su peculiar reclamo, por lo que en ocasiones resulta más fácil detectarlos por el oído que por la vista, pues a menudo suelen volar a bastante altura. También los vencejos que ahora inundan nuestras ciudades, se encuentran ya a las puertas de su marcha.

Los Abejarucos Merops apiaster de hecho puede decirse que ya están migrando; desplazándose en etapas cortas hasta lugares donde encuentren alimento abundante y donde pueden permanecer un tiempo. Ya hace unos días oí a uno de estos bandos en pleno casco urbano de Marbella, lo que indica que han comenzado el viaje, o al menos andan vagabundeando por los campos, con la vista puesta en el cercano estrecho de Gibraltar desde donde dentro de unas semanas darán el salto hacia África.