lunes, 24 de marzo de 2014

Páridos criando.

En estos primeros días de primavera, el tiempo ha mejorado bastante y los vientos que han sido el fenómeno más llamativo del invierno, han cesado casi por completo. Con este panorama las aves se entregan a la reproducción. Todavía se encuentran, en la mayoría de los casos, en sus primeras etapas (construcción del nido, establecimiento de territorios, paradas nupciales).
Herrerillo común.
Hace unos días descubrí el emplazamiento de un nido de Herrerillo común Cyanistes caeruleus en una farola. Y es que estos pajarillos de apenas 12 cm de longitud anidan en huecos, que normalmente son de origen natural -en los árboles-, pero que al encontrar estos refugios que los humanos hemos puesto a su alcance, parecen sentir cierta predilección por ellos. Probablemente por que les ofrecen mayor protección ante los depredadores y también por la poca disponibilidad de estos agujeros naturales. La pareja de Herrerillos no paraban de introducir material para el acondicionamiento del nido, mientras a unos metros de distancia otro familiar suyo: el Carbonero común Parus major, no cesaba de emitir su repetitivo canto.
Carbonero común.
Ambas especies de páridos son bastante comunes en Marbella ocupando todo tipo de zonas arboladas, llegando incluso a vivir en pleno casco urbano. Al menos el Carbonero común se ha convertido en urbanita y es relativamente común en plena ciudad, siempre que exista arbolado.
En unas semanas ya se verán a los pequeños solicitando insistentemente comida a su progenitores, que tendrán mucho trabajo, porque sus puestas suelen ser numerosas -mas de seis huevos en la mayoría de los casos-, y buscarán insectos constantemente.
Unos magníficos insecticidas naturales, que llegan incluso a devorar las temidas orugas de las procesionarias del pino, tan perjudiciales para las masas de pinares.

jueves, 20 de marzo de 2014

El huidizo Rascón.

Esta mañana observé por segunda vez en poco tiempo un ejemplar de Rascón europeo Rallus aquaticus en la desembocadura del rio Guadalmansa. Aunque no se le considera un ave amenazada, no deja de ser escasa, y localizada en aquellos humedales con una densa cobertura vegetal.
Vive en latitudes medias de Europa, faltando en las más septentrionales, siempre en humedales bien conservados, donde consume una variada dieta con componentes tanto vegetales como animales.


Rascón europeo Rallus aquaticus

En España se la considera como residente, aunque se desplacen entre humedales a lo largo del año. En todo caso, dado lo esquivo de su carácter, es difícil de cuantificar tanto su población, como sus movimientos. Se dan cifras cercanas o ligeramente por encima de las 15000 aves para Iberia, de los que la inmensa mayoría viven en Andalucía. La invernada de Rascones extraibéricos no parece numerosa, aunque debe existir en mayor o menor medida, según las condiciones meteorológicas reinantes en Europa en los meses invernales.
Sin embargo en nuestra provincia es escaso, siendo uno de los rállidos menos frecuentes en los aguazales malagueños.

Este ejemplar puede ser un individuo divagante o puede que se haya establecido en este espacio. El tiempo lo dirá.

martes, 18 de marzo de 2014

Llegadas.

Entre ayer y hoy han “caido” tres especies estivales llegadas a Marbella. Ayer tarde una pareja de Vencejos pálidos Apus pallidus, revoloteaban ya alrededor de su hogar, un pequeño nicho en una construcción. De aquí a unas semanas estas aves y sus primos los Vencejos comunes serán una multitud surcando los cielos. De hecho son una de las especies más abundantes de Iberia en época estival.
Cigüeñuela común
Esta mañana vi la primera Cigüeñuela común Himantopus himantopus, de camino a sus zonas de cría. Esta bella limícola de largas patas, es meramente una migrante en nuestro término, aunque pueda permanecer vagando algunos días e incluso semanas en lugares adecuados.
Y por último al fin pude localizar a la pareja de Culebrera europea Circaetus gallicus, de la zona de Nagüeles. Aunque lo correcto sería decir trío, pues eran tres las que volaban juntas. Y es que en ocasiones el pollo del año anterior puede ayudar a sus progenitores en la cría de su hermano, que nacerá, si todo va bien, ya avanzada la primavera. Esta asociación no es exclusiva de esta especie y puede darse en otras rapaces, que con esta ayuda extra pueden sacar adelante a su descendencia con mayor probabilidad.
Durante el fin de semana pasado también se dejó ver la primera Curruca carrasqueña Sylvia cantillans, otra recién llegada desde el África subsahariana, como la mayoría de aves estivales que ahora comienzan a llegar.
Culebrera europea

viernes, 14 de marzo de 2014

Primavera cercana.

Cuervo.
Comienzan a verse signos de la inminente llegada de la primavera. Ya hay algunas aves criando, aunque todavía la mayor parte de las especies se encuentran en los prolegómenos de la reproducción.
Hace unos días era una pareja de Cuervos Corvus corax la que recorría su territorio emitiendo sus llamativos graznidos y deteniéndose de vez en cuando en algún posadero, desde donde proclamaba la propiedad del mismo.
Estas inteligentes aves poseen una buena población en el término de Marbella, ocupando una gran variedad de hábitats. Aunque prefiere las zonas de sierra, no es raro verlo en bosques, matorrales e incluso en urbanizaciones.

Por otro lado ya van llegando algunas de las aves estivales más tempranas, caso de las golondirnas comunes y dauricas y aviones comunes.

Golondirna daurica, ave estival en Marbella.
Comienza un periodo de cambios en la avifauna, con llegada de estivales, la marcha de las invernantes y el paso de aves camino a sus lugares de cría.  

miércoles, 5 de marzo de 2014

Herrerillos.

Llegados a estas alturas del año casi todos los pajarillos muestran ya signos de celo. Ayer la algarabía que mostraban los herrerillos fue lo que más llamó mi atención.
Dos son las especies de herrerillos que viven en Iberia y ambas están presentes en Marbella: el Herrerillo común Cyanistes caeruleus y el Herrerillo capuchino Lophophanes cristatus.
Son pajarillos de pequeño tamaño y de preferencias arborícolas. Los dos pertenecen a la familia de los páridos, que también incluye a los carboneros. Viven en gran parte de Europa, faltando solo en las zonas más septentrionales y apenas realizan movimientos migratorios de entidad, siendo básicamente sedentarios. En Iberia este sedentarismo es más acusado si cabe, por la benignidad de nuestro clima.

También comparten hábitos reproductivos, anidando en huecos de árboles, o en otras cavidades y son de puestas numerosas, no siendo raro nidadas de 9 o incluso más huevos, aunque lo normal es que sean de 6 a 8. No son fáciles de ver; su forma de vida ligada a los árboles, su pequeño tamaño y su constante deambular en busca de alimento, no son las condiciones óptimas para observarlos con facilidad.
Herrerillo común Cyanistes  caeurelus.

El Herrerillo común prefiere arboledas , siendo muy común en alcornocales, encinares, y otras formaciones caducifolias y más escaso en las de coníferas. Se dejan ver con cierta frecuencia en zonas urbanas con arbolado, siendo frecuente en parques y jardines.. Come pequeños insectos que busca entre los troncos y ramas, a veces en acrobáticas posturas y no desdeña algunas semillas, bayas y frutos cuando éstos son accesibles.




Herrerillo capuchino Lophophanes cristatus.
Por su parte el Herrerillo capuchino prefiere los bosques de coníferas, aunque también se dejan ver en otras zonas arboladas, jardines incluidos. De todas formas son algo más montaraces que sus parientes lo comunes y menos abundantes que estos. En Iberia falta en amplias zonas de las mesetas y valles fluviales con escasa cobertura vegetal y es muy abundante en zonas montañosas del norte. Al igual que su pariente el común, se alimenta de pequeños insectos y arácnidos que busca sin descanso entre las ramas de los árboles.
El Herrerillo común es de vivo colorido, con azules y amarillos predominando en su plumaje, mientras su primo el capuchino presenta una discreta coloración pero con una cresta eréctil que le da nombre, y que le hace una de las aves más bellas y singulares de la avifauna ibérica.