martes, 28 de enero de 2014

Cotorra argentina en Marbella.

Cotorra argentina Myopsitta monachus
Durante la pasada semana he visto en varios puntos de Marbella, en pleno casco urbano, varios grupos de estas aves exóticas ya plenamente establecidas en nuestro territorio.
Aunque conozco de su existencia en nuestro término desde los años 90, durante todo este tiempo, nunca las consideré abundantes, más bien parecía que su población se mantenía estable. Pero desde hace un par de años parece que su número aumenta de manera considerable.
Son aves muy adaptables que se alimentan de una gran variedad de materia vegetal que encuentran sin demasiados problemas. En el casco urbano encuentran comida en las abundantes palmeras datileras y en algunas plantas de jardín, de las que consumen las semillas o bayas.
En Marbella están ampliamente distribuidas aunque evitan el campo abierto y las zonas serranas donde sin duda no se encuentran a gusto; prefieren la cercanía del hombre y son por lo tanto las urbanizaciones y el casco urbano sus hábitats predilectos.

Está incluida en el Cátalogo de especies exóticas invasoras, lo que conlleva en teoría la prohibición de su comercio, transporte en incluso de su posesión. Pero esto es la teoría, y además esta normativa que data del año 2011, sirve ya de poco ya que este psitacida posee poblaciones establecidas en gran parte de España y ya está creando problemas en la agricultura y los hábitats naturales, sin que de momento parezca que las administraciones tomen cartas en el asunto. Aunque poco se va a poder hacer ya para erradicar a esta exótica de nuestra avifauna, dada su adaptabilidad y su expansión por gran parte del país.

miércoles, 22 de enero de 2014

Piquituertos y Pinzones.

Macho adulto de Piquituerto.
A pesar de estar en pleno invierno alguna que otra especie está plenamente en época reproductora. Es el caso de los Piquituertos comunes Loxia curvirostra, aves de pico singular, capaces de romper los duros piñones del piñonero y otras semillas de dura cáscara, que hoy mismo alimentaban a dos volantones en Nagüeles.
Estas aves son a día de hoy muy comunes en nuestro término por la proliferación de pinos y cupresáceas, experimentando un notable aumento poblacional en las últimas décadas. Llegan incluso a adentrarse en el casco urbano en parques y jardines con arboleda apropiada a su régimen alimenticio.

Juveniles de Piquituerto.














Por otro lado, continúa la invernada y la especie más ampliamente distribuida en España -al menos en la península y Baleares, según el recientemente publicado Atlas de Aves invernantes-, el Pinzón vulgar Fringillia coelebs, resultaba hoy muy abundante en Nagüeles. Son aves que ocupan un amplio espectro de ecosistemas, por lo que lo podemos encontrar casi en cualquier punto del término y en algunos lugares, llegan a ser francamente muy numerosos. Se alimentan casi de cualquier materia vegetal e incluso de algunos insectos. Aunque son reproductores habituales en nuestro término, es en estas fechas invernales cuando resultan más frecuentes, ya que realizan movimientos altitudinales y existe un contingente invernante procedente de zonas más norteñas, que aprovechan ahora la benignidad climática que distingue a la costa mediterránea.
Ambas especies comparten el espacio pero con comportamientos muy dispares. Mientras el primero posee una fenologia reproductiva un tanto particular debido a su régimen alimenticio, basado en unas cuantas especies de semillas, la otra mucho más generalista se encuadra en el grupo de aves que crían durante la primavera aprovechando la bonanza climática.
Macho de Pinzón vulgar.

lunes, 13 de enero de 2014

Abundante invernada de Abubillas.

Este otoño, y ya en pleno invierno, estoy observando una gran cantidad de Abubillas Upupa epops por Marbella. Incluso las he llegado a ver en un parque céntrico de la ciudad, acompañando a tórtolas turcas, gorriones y otras aves que pueden considerarse como urbanas. Al menos yo no la consideraba en esta categoría hasta hace unas semanas, ya que siempre me había parecido un ave montaraz y poco amiga de la presencia humana. Puede que sus hábitos estén cambiando, como ocurre con otras muchas especies.
Pero volviendo al tema principal: este año veo muchas, en ocasiones hasta 3 o 4 individuos juntos y en varios puntos del término distintos.
La Abubilla, conocida por estos lares como “galllito de marzo” (según me contaba mi abuelo y otros mayores, solía llegar a nuestros campos a primeros de ese mes), es un ave de distribución eurasiatica y africana, siendo la población ibérica el 90% de las que viven en Europa. Durante la época reproductora se distribuye por gran parte de Iberia, pero al finalizar ésta parece que prefiere pasar el invierno en la zona sur occidental y costa mediterránea sobre todo, faltando entonces en amplias zonas del tercio norte. Se detecta paso por el estrecho de ejemplares camino de África, aunque no se conoce con exactitud sus zonas de invernada en el vecino continente.
Seguramente la invernada en Marbella haya existido desde siempre, pero puede que en menor medida que actualmente. Desde luego el vernáculo “gallito de marzo” no está puesto por que sí y alguna razón tiene que haber.
Todo son conjeturas y el único hecho constatado es que esta bella especie pasa el invierno en buen número y también se reproduce con éxito en Marbella.


viernes, 10 de enero de 2014

Atípico invierno.

Este invierno está resultando un tanto atípico desde el punto de vista meteorológico. Apenas llueve y está resultando un tanto ventoso.
Lúgano Carduelis spinus, invernante
irruptivo muy escaso este invierno.
 Pero la vida de las aves continúa, a pesar de que el estado del tiempo tiene su influencia. Por ejemplo apenas se ven Lúganos Carduelis spinus, aves que cuando los inviernos son duros en el centro de Europa, inundan nuestros campos. Este año puedo contar con los dedos de una mano -y me sobran algunos- cuantos he visto.
Tampoco las ahora escasas Avefrias Vanellus vanellus han sido detectadas por mi en Marbella. Cuentan que antaño eran muy comunes en nuestro término, pero la intensa transformación del territorio ha tenido una influencia negativa en su invernada en Marbella. A pesar de ello cuando el invierno se comporta de manera normal, aparecen algunos ejemplares. Este año ni eso.

 Así que me tengo que conformar con la observación de aves más o menos comunes, como este Jilguero Carduelis carduelis, alimentándose en los escasos brotes verdes que este otoño-invierno ha dejado crecer.


Jilguero Carduelis carduelis
Ojalá que la lluvia llegue y anime un poco el cotarro pajaril, que con este tiempo tan estable está bastante flojito. De aquí a unas semanas comenzaran los primeros movimientos migratorios, si el tiempo no lo impide...

miércoles, 1 de enero de 2014

Chorlitejos patinegros invernantes.

Las playas de Marbella albergan en estas fechas, plenamente invernales, a una buena cantidad de estas pequeñas aves limícolas, de caminar rápido y gracioso porte. Son Los Chorlitejos patinegros Charadrius alexandrinus, que como reproductores están prácticamente desaparecidos del término de Marbella por el uso intensivo que se hace de su hábitat -las playas arenosas-, durante su época reproductora, entre marzo y agosto.
Esta mañana había un grupo de 6 en la zona de Guadalmina y también se dejan ver casi por cualquier otra playa. Aunque nunca en gran número, si pueden llegar a ser varias decenas de individuos los que utilizan nuestras costas para invernar. Probablemente procedan del centro y oeste de Europa , ya que la población ibérica se considera básicamente sedentaria, con pequeños desplazamientos durante la invernada. A nivel nacional el declive en los últimos años de la población reproductora es muy acusado, estando ya incluida en el Libro Rojo de las Aves de España como “vulnerable”.
Se distribuyen por America, Europa, Asia y África, pero el menos en nuestro continente no son muy numerosos, estimándose una población cercana a las 40000 parejas reproductoras, de las que unas 6000 pertenecen a la población española, que como he mencionado antes ha sufrido una drástica reducción en las últimas décadas. Y en nuestra provincia este declive de patinegros reproductores es si cabe más acusado, siendo cada vez menor el numero de parejas que consiguen llevar a buen término la cría.

Al menos durante el invierno nuestras playas, ahora más tranquilas, proporcionan a estos invernantes foráneos la posibilidad de alimentarse y reponer fuerzas, para volver a sus lugares de cría.